Nuclear

Nuclear

sábado, 28 de agosto de 2010

Copenhague, turismo y orgullo.

Pues lo dicho, viernes, sábado y domingo fueron días dedicados a Copenhague. El viernes lo dedicamos Sufur, Piko Grills, Escriba y yo, a recorrer la ciudad con un itinerario que nos había preparado Piko Grylls como anfitrión que era; el sábado prácticamente se lo llevó todo el Copenhaguen Pride (Orgullo de Copenhague), que como dije resulta que coincidía en fechas con mi viaje; el domingo aproveché la mañana con Sufur para ver algunas cosillas antes de irme.

El viernes el itinerario incluía el Teatro Real, el Palacio de Amalienborg, la Iglesisa de Frederick, los cuarteles de Kastellet, con sus jardines y el Palacio de Rosenborg (de este no tengo fotos porque me quedé sin batería).

Copenhague, qué ciudad.

Parece ser que los viernes por la mañana, los jóvenes de Copenhague se dedican a disfrazarse y salir a la calle a beber y a hacer el chorra... sin lugar a dudas algo que deberíamos importar.

Estatua de Cristian V en la plaza Kongen Nytorv (aquí todos los reyes son Federico, Cristian o Margarita).

El Hotel de Inglaterra

El Teatro Real

El Palacio de Amalienborg.

Estatua de Federico V (lo dicho) en medio del complejo de Palacios de Amalienborg.

Esta estatua representa a Gefjun, en el momento de arar la tierra con la que creará la isla de Selandia. No me pude resistir a hacer esta foto desde detrás, en la que parece que atiza con el látigo la torre de la Iglesia, como una lucha entre los cultos Vikingos y cristiano, lucha que a la postre ganaría la cruz.

Una de las entradas a los cuateles de Kastellet.

Zona ajardinada en Kastellet.

Atuntamiento de Copenhague (lateral).

Esta estatua conmemora la abolición de la servidumbre en Dinamarca.

Este es Absalón, Obispo de Roskilde y fundador de Copenhague... figura capital de la historia del Báltico. La estatua se encuentra en la fachada del Ayuntamiento de Copenhague.

¿Quien dijo que el danés es difícil?

Tras esto, salimos a dar una vuelta por la ciudad. Primero estuvimos en un bar que estaba tan lleno que era necesario que hubiese un mogollón de gente en la calle bebiendo... era curioso ver la cantidad de acera que ocupábamos... total, que fue la noche y, al final, para varias, terminé el último como consecuencia de proseguir mis estudios sociológicos.

Cuando me dirigía ya a coger el cercanías, me pasó una de estas cosas que sólo me pasan a mi ... para evitar verme sin pelas al día siguiente, fui a sacar dinero a un cajero del Banco de Jutlandia. Para entrar en la oficina paso mi tarjeta, se abre la puerta, entro, saco dinero ... y para salir, en vez de manecilla había tarjetero también... y no iba... aquí me tienes, cual José Luís López Vázquez en La Cabina, encerrado en una oficina del Banco de Jutlandia, un sábado por la mañana a las 8, sin poder salir.

Tras estudiar todas las posibilidades de evasión, llamo a la oficina de atención al cliente del banco 24h... oiga, que me he quedado encerrado en una de sus oficinas... uffff, pues es un problema, porque no creo que podamos mandar a nadie así rápido, lo mejor que puede hacer es llamar a alguien que pasase por la puerta del banco, pásele su tarjeta por debajo de la puerta y que le abra usando el trajetero de fuera... total, que me asomo y veo a una pareja parada en la puerta del banco... digamos que él le estaba haciendo una exploración de amigdalas a ella... y claro, me pongo a aporrear la puerta y se llevan un susto de estos que hacen época, se acerca el chaval, le explico lo que me pasa y al final, le paso la tarjeta y logro salir... ¿por qué me pasan a mi estas cosas?...

Al día siguiente, bajamos todos al centro para ver el desfile (a las 13:00h, que es que allí esa es ya una buena hora para empezar después de comer...), pero al final nos separamos entre el gentío en dos grupos, Piko y el Escriba por un lado, con sus bicis y Sufur y yo por otro con nuestros piés.

Fue un día genial, que acabamos en la fiesta oso que organizó "Scandinavian Bear Events" en un local con tres plantas y jardín. Confirmamos ya lo que sabíamos: Copenhague y los daneses no tiene nada que ver con el resto de Escandinavia (ni con Alemania, vamos). Lo que mejor ilustra el día son dos conversaciones: la primera Sufur y yo:

Hm: Joder, qué marcha tienen, si esto parece Madrid.
Sufur: Estos daneses son los latinos de Escandinavia.

La segunda entre una danesa que había vivido en España y yo:

Danesa: Si, es que hay muchas diferencias entre, entre, como somos, diferencias...
Hm: Culturales.
Danesa: Sí, eso, culturales. Vosotros es que sois muy cuadriculados en cambio nosotros pasamos más de todo.

Ni qué decir tiene la cara que se nos quedó.

Homosexuales persas, denunciando la persecución que sufren en su país... como comentábamos durante el desfile, no hay que perder de vista que ESTO es lo importante de la jornada.

Un danés sacando, orgullosamente, lo mejor de su vestuario.

Había bastante gente como se puede ver.

Normalidad; dos madres con su crío.

No sólo se planta la gente aquí el traje regional para desfilar.

En esta carroza iban disfrazado de avión rumbo a las vacaiones... y llevaban, como no, el "Que Viva España" puesto... es cierto que le pones la canción a un escandinavo y se vuelve loco.

Tras muchos rumores, Batman y Robin decidieron hacerlo público.

Uno de los barrios que atravesaba el desfile era el barrio de inmigrantes de Oriente Medio... ver a una mujer con el velo islámico agitando una bandera arco iris entre el público es impactante.

El cartel, sencillamente, me encanto: "Hola, Estudio VIDA".

"Dona sangre, juega al rugby"

El sector oso, con una bandera pequeña para no llamar la atención.

Fiesta Post-desfile en la plaza del ayuntamiento de Copenhague.

Tivoli y, en general, los edificios de alrededor, habían izado banderas arcoiris.

Podéis ver, en medio de la fachada, a Absalón bendiciendo la fiesta con su presencia.

En este local fue la fiesta que organizó la "Scandinavian Bear Events", la "Bearaware Party"... grandioso.

Me recogí sobre las 4 con Piko y Escriba, Sufur se había ido un rato antes, me llamó mucho la atención que TODOS los bares que pasábamos estaban petados de gente y las calles llenas... esa ciudad es muy especial para no estar en España.

Al día siguiente me levanté a las 9:00h para poder ver un par de cosas que me quedaban, Cristianborg y las ruinas de la fortaleza de Absalón. El primero es el Palacio Real donde se realizan las recepciones oficiales, así que no me dejaron echar fotos dentro. Las ruinas no pude verlas porque empezó a diluviar y no estaban accesibles.

Así cualquiera tiene el césped de bien como lo tienen allí...

Una de las entradas a Cristiansborg.

Columna en la entrada al Palacio de Cristiansborg.

Creo recordar que este era un Federico... por la ropa quizá el VII, pero la verdad es que no lo recuerdo.

El edificio de la Bolsa de Copenhague.

Iglesia de San Nicolás.

Estatua a Absalón... no sé porqué me lo imagino más así que con los ropajes de Obispo... sí, lo que lleva en la mano no es una cruz, es un hacha...

Al inal del último día nos encontramos con este grupillo cantando a capela en la calle... ¡ y qué bien que lo hacían !.

No podía irme sin echarle una foto a la entrada de Tívoli... independientemente de que no hubiese entrado.

Tras esto, me fui al aeropuerto... como habéis visto en las últimas fotos, había llovido mucho y habían cancelado algunos trenes de cercanías... llegué al final con una hora de retraso sobre lo previsto y con el tiempo justillo, justillo... pero bueno, ya no iba a haber más aventuras.

Espero que os haya gustado el resumen (kilométrico) del viaje. Aún falta una entrada más, la clásica ya, entrada de chulazos del viaje; pero eso ya será otro día.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Pobre Cristian IV.

A la mañana siguiente, me levanté tarde porque puse el despertador a las 9:30 a.m. ... y me equivoqué y puse las 9:30 p.m.... total, que me levanté a las 11:30... dúchate corriendo y vete como un relámpago para la estación central de Copenhague. Llegué y tuve suerte, cogí enseguida el tren de cercanías que iba para Hillerod.

Como veis aquí falla algo... me levanté tarde, sí, pero el resto de cosas estaban yendo rodadas... pues no...

El tren llega a la estación de Hellerup y nos dicen que nos bajemos... qué cosa más rara... me acerco, veo el itinerario, la cosa iba bien... total, que me acerco a la taquilla y pregunto y me dicen que es que está la línea en mantenimiento, que va a estar así un mes y que bueno, que es de hace poco e igual no han cambiado todos los carteles... que es muy fácil, que me coja un tren en Hillerod para Lyngby y que allí hay autobuses que me llevan a Hillerod... es decir, que un bonito viaje de menos de una hora se convirtió en uno de dos horas... no llegué a Hillerod hasta las dos... problema, ya no como hoy tampoco, porque a las cinco cierran el castillo... GRRRRRR.

Lo que viene ahora es un poco escatológico, pero es que me hizo mucha gracia... digamos que me vi en la necesidad de buscar uno de los servicios públicos que hay por todo el país... y andando andando, debí de salirme de la zona turística y me encontré con esto:

Vandalismo estilo vikingo.

Ahora sí, hasta en esto son civilizados los daneses, que tenían su recipiente especial para que la gente echase sus "herramientas".

Civilización estilo vikingo.

Menos mal que casi desde cualquier sitio se veían vistas así.

El Palacio-Castillo de Frederiksborg desde Hillerod.

La llegada al castillo es impresionante y tal como cruzas el arco te encuentras con esto:

La verdad es que la vista impresiona... como me volví a quedar sin comer y fui a la hora de la comida, estaba todo vacío... qué tranquilidad.

En la planta baja, hay un par de salas con unos relieves muy notables y las estatuas originales de la fachada (que se hicieron polvo en un incendio que hubo en el siglo XIX; las actuales son réplicas a partir de bocetos que se disponían de la fachada (este método se utilizó para reconstruir la mayoría de las habitaciones).

La fachada principal.

Cuadro sobre el incendio de 1839.

Relieve de ciervos en la berrea (digo yo que serán ciervos, que igual son alces o renos, yo que sé)

Tienen una pequeña obsesión con el tema de Saturno devorando a sus hijos... ya sabéis, el dios que devoraba a sus hijos para evitar que le arrebatasen el poder, pero que al final fue derrotado por uno de ellos que liberó a sus hermanos... ¿algún trauma danés con Suecia?.

De ahí, se podía acceder en la siguiente planta tanto el salón de audiencias como a la capilla del castillo. Se nota mucho que el palacio se hizo como ostentación de la monarquía absoluta danesa (es el mayor palacio de Escandinavia)... es inevitable establecer el paralelismo con el Palacio de Oriente (el mayor de Europa), tanto los reyes de Dinamarca, en un caso, como los de España en el otro gobernaban una potencia en decadencia y es como si buscasen demostrar por medio del lujo de sus palacios que todavía eran alguien en el mundo.

El pasillo que lleva a la sala de audiencias es como el de mi casa, sólo que el mío está un poco más recargado.

La sala de audiencias; tiene un mecanismo para que el rey pueda salir por un subterráneo y no tener que ver a la gente que tiene en la sala de espera y que no va a recibir.

Capilla del castillo, vista desde donde oían misa los reyes.

El castillo fue construido por Federico III, pero el que lo amplió y lo convirtió en la maravilla que tenemos hoy en día fue Cristian IV.

Cristian IV nació en el castillo y se sintió siempre muy ligado a él. Es uno de los reyes más queridos de la historia de Dinamarca a pesar de que durante su reinado Dianamarca dejó de ser una potencia... hizo importantes reformas y a pesar de empezar su reinado con una brillante política expansionista, termino luchando por mantener la existencia de su país tras una serie de guerras catastrófica. Cuando fue coronado, Dinamarca era, al menos en teoría, la gran potencia protestante del norte de Europa; tras la Guerra de los Treinta Años, ese papel pasó a Suecia, que poco después invadiría casi la totalidad de Dinamarca obligando a Cristian IV a firmar una paz humillante en la cual Dinamarca cedía casi un tercio de su terrotorio a Suecia (incluyendo Malmo, entonces la segunda ciudad de Dinamarca).

Coronación de Cristián IV como rey de Dinamarca.

Muerte de Cristián IV.

El palacio, en las plantas primera (parte), segunda y tercera, lo que hace es un seguimiento cronológico de los grandes hombres de la historia de Dinamarca, aunque lo mejor, sin lugar a dudas son las habitaciones, con esos techos y esos tapices y esos frescos y...

En las paredes de las escaleras del castillo hay mogollón de escudos; creo, por que no logré encontrar en ningún sitio una explicación, que pertenecen a todas las personas a las que se les ha otorgado una de las dos órdenes danesas, la Orden de Danneborg o la Orden del Elefante. Por la fecha a Francisco de Asís de Borbón, rey consorte de España más conocido como doña Paquita ( de él dijo su mujer Isabel II: "qué esperar de alguien que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo")... se nota que tuvo que ir de cisita allí también... será que le gustaban también los rubiaken.

Un ejemplo de techo de una de las salas pequeñas.

Otra vez Dinamarca devorando a Suec... digo, Saturno devorando a Júpiter.

Uno de los salones, creí entender que estaba recién terminado de restaurar.

La tele, que se enteró que iba y me estaba esperando.


En la última planta estaban expuestos los siglos XIX y XX. La presentación era mucho más atrevida, pero el contraste de los techos antiguos con las instalaciones modernas daban un resultado más que apropiado.

Carteles de propaganda para el referendum de entrada en la UE.

Tras esto, como ya eran las cinco y cerraban, me salí a los jardines del palacio... como veis en las fotos, nada que no pueda tener uno en una terracita en su piso...

La casita, con la parcelita de tierra y una piscinita de nada.

Había momentos en los que parecía que te ibas a perder por los jardines.

Y partes del jardín que parecían más un bosque.

Tras esto, vuelta al piso en Copenhague, ver que, desde donde estaba parando, había autobuses directos a Hillerod (lo que pasa es que en teoría con el tren, no interesaban) y tras una ducha, bajada al centro donde me esperaba el afamado bloguero Sufur.

El encuentro con Sufur fue de esos encuentros "históricos para el plantea", que diría la Pajín. Por conocer a gente como este individuo, vale la pena haberse metido en el mundo de los blogs... un personaje friki, culto, y con las mismas aficiones que yo, por ejemplo, ver piedras antiguas amontonadas y hacerle foto a ejemplares autóctonos del país.

Tras una noche de juerg... de estudio sociológico del país, optó por dejarme continuar mis investigaciones sobre folklore danés con un rubiaken y quedamos para el día siguiente... sí, al fin... para ver Copenhague.