Nuclear

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viernes, 1 de agosto de 2008

En circunstancias como ésas, a veces hay que encoger el cuello. ¡Pero sin agachar la cabeza!.

Joachim Fest, intelectual e historiador alemán, pone estas palabras en boca de su padre, cuando, tras la Segunda Guerra Mundial, reltaba una historia sobre la época nazi. Su padre había sido un disidente, esto le costó el puesto de trabajo, y en gran medida, el vacío social; sus hijos aguantaron hasta que llegó el momento del alistamiento forzoso en la juventides hitlerianas y uno de ellos, incluso desertó para no tener que servir en el ejército... todo esto lo cuenta en uno de los libros que he leído últimamente: "Yo No, el Rechazo del Nazismo como Actitud Moral"


No soy yo mucho de biografías, ni la historia del siglo XX es mi parte favorita, pero el libro me ha parecido sencillamente genial... empieza muy flojo en el primer capítulo, pero gana ritmo rápidamente... realmente da una imagen muy vívida de la época y no deja títere con cabeza.

El siglo XX ha sido un siglo corto y muy duro, no empieza hasta el 28 de junio de 1914 cuando se asesina en Sarjevo al Archiduque Francisco Fernando y cocluye el 9 de noviembre de 1989 cuando cae el muro de Berlín. Ha albergado guerras como las dos Mundiales (4 y 6 años), la de vietnam (en dos etapas 1945-54 contra Francia, 1958-75 contra EE.UU.), la de Argelia (1954-62), la de Angola (1961-75)...

Sin lugar a dudas, el punto clave de todo este siglo, ha sido la Segunda Guerra Mundial. Si la Primera enterró el mundo multi-polar con que concluyó el siglo XIX, con unas 8 potencias mundiales; la Segunda consagra el mundo bipolar que dura hasta la caída de la Unión Soviética.



El libro resulta curioso, porque Fest, durante toda su vida, ha seguido una política de, (a pesar de culpabilizar a Alemania por haber permitido la conculcación de las libertades de la República de Weimar) explicar que no se podía pedir, una vez instalado el nazismo, que la gente común actase como héroes... lo normal, y lo que habría hecho casi todo el mundo en cualquier país (y en España, eso, sabemos mucho, hemos tenido cuarenta años para darnos cuenta) es lo que pasó... callarse y mientras al que se carguen sea al vecino y no a mí tiro pa'lante... que el miedo es gratis y hay para todo el mundo.

Un ejemplo de esa actitud es la defensa que hizo de Ratzinger cuando fue elegido Papa... Fest argumentó que reprocharle el haber pertenecido a las juventudes hitlerianas era una mezquindad, ya que fue alistado forzosamente (una ley obligó al alistamiento de todos los seminaristas del país) con 16 años... la alternativa era un proceso militar que no era probable que acabase bien.

Una vez leído el libro, tiene gracia... Fest se ha tirado toda su vida justificando la actitud de gente que actuó con cobardía mientras resulta que su familia, por oponerse hasta última hora a las directivas nazis lo pasó francamente mal.

Otro tema escabroso que toca el el Holocausto... deja bien claro, cosa que en Alemania nunca se ha querido reconocer, que en Alemania sabía lo que estaba pasando con los judíos todo aquel que quería saberlo... lo que pasa es que es mucho más cómodo no querer saberlo y mirar para otro lado... todo esto entra en línea con lo que parece, a mi entender, que es el mensaje que quiere transmitir... que hay que dejarse de poner paños calientes con la excusa de que es algo doloroso o peliagudo y afrontar las verdades.

Al final, se despacha a gusto y le pega una cornada (bueno, además del comunismo, al que compara sin ambagajes con el nazismo) a Günter Grass (parece ser que nunca se llevaron bien) y todos sus acólitos. Fest, dice de ellos "Cuando Gunther Grass o alguno de los innumerables autoacusadores manifestaban su sentimiento de vergüenza, en modo alguno querían llamar la atención sobre su propia culpabilidad, más bien sobre los motivos de todos los demás para avergonzarse".

Con meses de diferencia con este libro, se supo, que Grass se había alistado a las SS (cuerpos de élite del ejército)... lo de menos es que fuese voluntario o no, que parece que fue voluntario... lo importante es que siempre lo ocultó y se permitió momentos de cinismo como criticar a Reagan y Kohl porque vistaron un cementerio para honrar a los caídos alemanes en la Segunda Guerra Mundial, arguyendo que entre los enterrados había muertos de la SS... lo dicho cinismo.

En definitiva, que me ha gustado mucho el libro, podrás estar en mayor o menor medida de acuerdo con sus posturas, pero lo cierto es que te hace pensar... por cierto, en los demás idiomas ha mantenido el título original en alemán "Ich Nicht"... evidentemente, los editores sabían que en España es más fácil venderla a alguien El Palacio de Oriente que un libro con un título en otro idioma y lo han traducido.

Os dejo imágenes del centro de Berlín en 1947, escenarios reales de la película "Alemania, año cero". No es recomendable para almas sensibles... es francamente dura.

9 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Una historia en la que la moraleja (a posteriori) siempre te hace pensar. Pensar por que los alemanes votaron al Partido Nazi y por que todo fue como fue. Lo de Ratzinger no fue una opción, las guerras y sus participaciones casi nunca son opcionales, son obligatorias.

Sr_Skyzos dijo...

Conforme iba leyendo el post me hacía la pregunta y la respuesta que has planteado luego: que si me hubiese tocado vivir una etapa como ésa, no creo que hubiera hecho lo correcto. No lo sé, pero el miedo es el miedo. Y el instinto de supervivencia a veces es muy fuerte.

Thiago dijo...

joder, con el siglo... aunque tu le quitas 25 años..¡siglos de rebajas, jajaj!

Bueno, lo que yo no entiendo es que disculpe a Ratzinger y luego culpe a Grass, no? O eres condescendiente con todos los que sobrevivieron adaptandose o con ninguno...

en cualquier caso los alemanes son únicos para ajustarse sus propias cuentas, ¿tu sabes en España de alguien que haya confesado y esté asqueado por colaborar con el franquismo? ni flores...

Bezos

hm dijo...

Supersalvajuan, bienvenido. Efectivamente, resulta sorprendente cómo a pesar de que los sectores realmente radicales eran una minoría, terminaron haciéndose con el poder más por inercia social que por otras causas... el que la gente pensase que tampoco podían ser tan malos... pero sí lo eran.

Sr_Skyzos, yo estoy seguro casi al cien por cien de que yo sería un cobarde de libro... cuando estuve pensando en la doble nacionalidad, siempre decía que así, si había alguna vez problemas en España, tendría otro país al que escaparme (sí, es que pienso las cosas con mucho tiempo de antelación y muchos escenarios).

Claro Thiago, un siglo de rebajas, por eso prefiero este... a mi los agobios de las rebajas me pueden XDXD.

La crítica a Grass no es por haberse alistado, sino por el cinismo de criticar a los demás y ocultar que él lo había hecho también.

Y tienes razón... si preguntas en España, resulta que todo el mundo estaba contra Franco, que nadie colaboraba... ¡ja!.

José Miguel Igualada Belchí dijo...

Gracias por la entrada y el comentario sobre el libro de Fest. Le tenía echado un ojo, y después de leerte no puedo dejar de leerlo.

En cuanto a la doble moral, quién colaboraba y quién no.... recomiendo a quien no la haya visto la película "Vencedores y vencidos" (creo que el título en inglés, traducido, era el Juicio de Nüremberg. Recrea el proceso seguido contra los criminales, centrado en el de un honrado juez que no dudó en aplicar las salvajes e inmorales leyes nazis....

Por cierto, al ver el video que has colgado, recordé otro libro que también recomiendo, "Berlín", de Anthony Beevor. Estremecedor, sobre todo el capítulo dedicado a las decenas de miles de violaciones que perpetraron los soldados del ejército rojo, crimen de guerra oculto hasta hace muy pocos años. Y por supuesto, sin juzgar.

Espero esa entrada sobre el experimento Zimbardo, jejeje.

hm dijo...

Hola Manifacero, el libro está muy bien, seguro que te gusta.

Sabes que lo de Vencedores y vencidos fue una imposición de la censura franquista para que sonase relativamente ambiguo el título... moralmente, claro.

Tomo nota del libro, lo pongo en cola de lectura :D.

Creo que después de esta entrada voy a hacer algunas más ligeritas, jajaja.

José Miguel Igualada Belchí dijo...

¡Hola! No sabía que la modificación del título había sido por imposición de la censura, pero no me extraña.... qué país, joer, qué país....

Ligeritas o no ligeritas, siguen interesando lo mismo, ¡gracias por las entradas!

Un abrazo.

Tomás Ortiz dijo...

A veces se olvidan los motivos y causas que llevan a una determina situación histórica. Y no deberían olvidarse nunca porque son el germen de que se repita en el futuro.

hm dijo...

Totalmente de acuerdo Reality, es necesario que la gente recuerde siempre, no sólo lo qué paso, sino cómo y porqué pasó... yo he oído a gente decir frases del tipo "Es que tu partes de la base de que todas las dictaduras son malas, y eso no es así siempre" refiriéndose a la dictadura soviética... y no es un flipao del tipo del Inestrilla y esa gente. La gente olvida rápido...