El Mundial, además de ofrecernos el "mejor fútbol del mundo" (no sé si os dais cuenta, pero intento ser irónico, por que anda que el Mundial este está siendo para dormir a las vacas), es siempre una buena oportunidad para reflexionar sobre cosas que no tienen nada que ver, ni con él, ni entre sí.
Una de ellas es la dimensión socio-sentimental del fútbol... hay muchos deportes que representan algo especial para ciertos países, pero ninguno como el fútbol alcanza una profundidad de sentimiento de identificación nacional ni tan profunda, ni tan transeversal.
Ya el mundial de Italia 1934, fue utilizado por Mussolini como un elemento de exaltación del fascismo (en la línea de lo que haría Hitler con los JJ.OO. de Berlín 1936), en el que Italia se alzó con el título tras eliminar a las dos favoritas: España y Austria, en cuartos y semifinal respectivamente. Los arbitrajes fueron claramente parciales (yo he visto imágenes recientemente del Italia - España y son escalofriantes las entradas que hacían sin que el árbitro pitase nada) ya que parece ser que el régimen de Mussolini fue especialmente "persuasivo"... muchos de estos árbitros fueron posteriormente sancionados en sus países como consecuencia de los arbitrajes que realizaron.
Otro ejemplo es la importancia que tiene en el imaginario colectivo, tanto uruguayo como brasileño, el Maracanazo, es decir, el partido que ganó Uruguay a Brasil en Maracaná y que hizo que Urugay le arrebatase el título a Brasil en su propia casa, en la final y con todo a favor.
O la cuestión de estado que supuso que Inglaterra tuviese que ganar el Mundial de Inglaterra en 1966, con uno arbitraje en la final la mar de sospechoso, con el gol fantasma más famoso de la historia.
En 1978 fue la dictadura militar de Argentina la que utilizó el mundial (cuya organización se les concedió cuando era aún democracia), para dar publicidad al nuevo régimen que se había establecido ese mismo año... curiosamente, el siguiente mundial lo organizaría una democracia (España), que había obtenido la organización siendo aún dictadura. España intentó utilizar también el Mundial como escaparate de los cambios políticos del país y de la solidez de la democracia recién establecida.
En 1986, en México, el partido Argentina-Inglaterra fue uno de los eventos deportivos más politizados de la historia, en que los argentinos vieron en la victoria sobre Inglaterra una venganza por la humillación sufrida tras el fracaso en la invasión de las Islas Malvinas. En gran medida es por este partido, más que por su calidad futbolística, por lo que Maradona es un ídolo de masas sin parangón en Argentina.
En este mundial, sin la notoriedad que tienen muchos de los ejemplos que he comentado hasta ahora, hay dos fenómenos que resaltar; dos fenómenos muy similares en dos países europeos y, en cierto modo, con raíces similares. Estos dos países son España y Alemania.
España y Alemania son dos países donde sacar las bandera nacional en la calle era algo que daba como que un poco de cosica... en España, una de las labores en la que la dictadura militar del 39 al 75 realizó de forma más eficaz fue la apropiación de los símbolos históricos de la nación para unos pocos, excluyendo del sentimiento a grandes porciones de la población (una de mis frases clásicas es la de que la culpa de que la gente asocie la bandera con fascismo no es de la dictadura, es nuestra que nos dejamos arrebatar nuestros símbolos, pero bueno). Alemania, por otra parte es una país que sigue pagando aún indemnizaciones de guerra (véase la ayuda a Grecia, que es como lo ven muchos aún hoy en día... cuando los Alemanes decían que no querían pagar el desaguisado griego, lo que esto les contestaron era que la culpa era de ellos por la Segunda Guerra Mundial)... la cuestión es que sin llegar al nivel de España, donde se podía tachar a un crío de corta edad de facha por sacar la camiseta de la selección a la calle, lo cierto es que, quitando excepciones como el día de la unificación y actos oficiales, los alemanes eran también un poco reticentes a pasear la bandera por ahí.
Esto ha cambiado en este mundial... en la victoria de ayer en el Alemania - Inglaterra, toda Alemania se echó a la calle, con una profución de banderas como no se veía en ese país en décadas. Algo parecido a lo que está sucediendo en España, donde, los balcones del país se han llenado de banderas nacionales, yo lo he comprobado tanto en Cartagena, como en Murcia, como en Málaga, que son las ciudades que he visto en persona, pero por lo que dicen las ventas de banderas de España, que se han disparado, tiene toda la pinta de ser un fenómeno generalizado. Un fenómeno que inició, hay que reconocerlo, los títulos de la selección de baloncesto, pero al que puso la guinda, de momento, la consecución de la Eurocopa de 2008. La impresión que me da cuando veo la profusión de camisetas de la selección por la calle y y edificios "alicatao's" de banderas de arriba abajo es que en España, al igual que en Alemania, mucha gente tenía ganas de poder sacar las banderas a la calle como en EE.UU. como en Francia, como en Inglaterra, como en Brasil y que no lo hacían en cierto modo por un sentimiento de "¿qué diran?"... y que ha sido el fútbol, en general el deporte, el que les ha proporcionado la oportunidad de quitarse complejos de encima.
Una de ellas es la dimensión socio-sentimental del fútbol... hay muchos deportes que representan algo especial para ciertos países, pero ninguno como el fútbol alcanza una profundidad de sentimiento de identificación nacional ni tan profunda, ni tan transeversal.
Ya el mundial de Italia 1934, fue utilizado por Mussolini como un elemento de exaltación del fascismo (en la línea de lo que haría Hitler con los JJ.OO. de Berlín 1936), en el que Italia se alzó con el título tras eliminar a las dos favoritas: España y Austria, en cuartos y semifinal respectivamente. Los arbitrajes fueron claramente parciales (yo he visto imágenes recientemente del Italia - España y son escalofriantes las entradas que hacían sin que el árbitro pitase nada) ya que parece ser que el régimen de Mussolini fue especialmente "persuasivo"... muchos de estos árbitros fueron posteriormente sancionados en sus países como consecuencia de los arbitrajes que realizaron.
Otro ejemplo es la importancia que tiene en el imaginario colectivo, tanto uruguayo como brasileño, el Maracanazo, es decir, el partido que ganó Uruguay a Brasil en Maracaná y que hizo que Urugay le arrebatase el título a Brasil en su propia casa, en la final y con todo a favor.
O la cuestión de estado que supuso que Inglaterra tuviese que ganar el Mundial de Inglaterra en 1966, con uno arbitraje en la final la mar de sospechoso, con el gol fantasma más famoso de la historia.
En 1978 fue la dictadura militar de Argentina la que utilizó el mundial (cuya organización se les concedió cuando era aún democracia), para dar publicidad al nuevo régimen que se había establecido ese mismo año... curiosamente, el siguiente mundial lo organizaría una democracia (España), que había obtenido la organización siendo aún dictadura. España intentó utilizar también el Mundial como escaparate de los cambios políticos del país y de la solidez de la democracia recién establecida.
En 1986, en México, el partido Argentina-Inglaterra fue uno de los eventos deportivos más politizados de la historia, en que los argentinos vieron en la victoria sobre Inglaterra una venganza por la humillación sufrida tras el fracaso en la invasión de las Islas Malvinas. En gran medida es por este partido, más que por su calidad futbolística, por lo que Maradona es un ídolo de masas sin parangón en Argentina.
En este mundial, sin la notoriedad que tienen muchos de los ejemplos que he comentado hasta ahora, hay dos fenómenos que resaltar; dos fenómenos muy similares en dos países europeos y, en cierto modo, con raíces similares. Estos dos países son España y Alemania.
España y Alemania son dos países donde sacar las bandera nacional en la calle era algo que daba como que un poco de cosica... en España, una de las labores en la que la dictadura militar del 39 al 75 realizó de forma más eficaz fue la apropiación de los símbolos históricos de la nación para unos pocos, excluyendo del sentimiento a grandes porciones de la población (una de mis frases clásicas es la de que la culpa de que la gente asocie la bandera con fascismo no es de la dictadura, es nuestra que nos dejamos arrebatar nuestros símbolos, pero bueno). Alemania, por otra parte es una país que sigue pagando aún indemnizaciones de guerra (véase la ayuda a Grecia, que es como lo ven muchos aún hoy en día... cuando los Alemanes decían que no querían pagar el desaguisado griego, lo que esto les contestaron era que la culpa era de ellos por la Segunda Guerra Mundial)... la cuestión es que sin llegar al nivel de España, donde se podía tachar a un crío de corta edad de facha por sacar la camiseta de la selección a la calle, lo cierto es que, quitando excepciones como el día de la unificación y actos oficiales, los alemanes eran también un poco reticentes a pasear la bandera por ahí.
Esto ha cambiado en este mundial... en la victoria de ayer en el Alemania - Inglaterra, toda Alemania se echó a la calle, con una profución de banderas como no se veía en ese país en décadas. Algo parecido a lo que está sucediendo en España, donde, los balcones del país se han llenado de banderas nacionales, yo lo he comprobado tanto en Cartagena, como en Murcia, como en Málaga, que son las ciudades que he visto en persona, pero por lo que dicen las ventas de banderas de España, que se han disparado, tiene toda la pinta de ser un fenómeno generalizado. Un fenómeno que inició, hay que reconocerlo, los títulos de la selección de baloncesto, pero al que puso la guinda, de momento, la consecución de la Eurocopa de 2008. La impresión que me da cuando veo la profusión de camisetas de la selección por la calle y y edificios "alicatao's" de banderas de arriba abajo es que en España, al igual que en Alemania, mucha gente tenía ganas de poder sacar las banderas a la calle como en EE.UU. como en Francia, como en Inglaterra, como en Brasil y que no lo hacían en cierto modo por un sentimiento de "¿qué diran?"... y que ha sido el fútbol, en general el deporte, el que les ha proporcionado la oportunidad de quitarse complejos de encima.
ANTES
DESPUÉS
Y, COMO DECÍAMOS, EL BALONCESTO
5 comentarios:
La verdad es que me encantaría que alguien me explicara qué carajo tiene el fútbol para mover de esa forma a las masas... Hasta yo, que suelo pasar muchísimo del tema, estoy siguiendo el Mundial (no viendo los partidos, válgame Dior, sino mirando los resultados en el periódico al día siguiente, que ya es demasié para mí). ¿Será sublimación? ¿Será una rosa? ¿Será un clavel?
He de decir que:
1º, en la entrada anterior no deje comentario porque el chiste se me escapo.
2º...esoy de acuerdo con Sufur, yo los partidos no los veo, al menos no enteros, pero informarme del resultado si, por supuesto...que parece que si no sabes quien ha ganado te tratan casi de apestad@.
Yo alucino con el poder del futbol.
Mil besos
El fútbol es sólo la manera en que se muestra la influencia del deporte en nuestra sociedad actual, somos seres sociales, gregarios y con tendencia a la admiración, el deporte nos proporciona todo esto, pero no ahora... desde siempre, ahí están los griegos.
Perséfone, Merckel es la presidenta de Alemania... jajajaja, lo del segundo punto encaja en lo de gregarios que le he dicho a Sufur, creo yo, la gente te ve mal si no estás implicado en las mismas cosas que ellos.
Ya se que Merkel es la presidenta de alemania ;P hasta ahi llego, jajajaj... pero sigo sin entenderlo.
Mil besos
Alemania es la que paga los platos rotos de todo el mundo en la Unión Europea...
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