Nuclear

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domingo, 22 de agosto de 2010

Fiordo de Reyes

La siguiente parada del viaje era la ciudad de Roskilde. Antigua capital de Dinamarca, prácticamente su nacimiento va asociado al del estado Danés; único arzobispado de la isla de Zelanda hasta el siglo XX, en su catedral se encuentran enterrados todos los reyes de Dianmarca de los últimos siglos y uno de sus obispos, Absalón, fue el fundador de Copennhague y es una figura fundamental en todo el desarrollo histórico de Escandinavia. Realizó varias campañas militares para evangelizar a los eslavos del Báltico que colocaron a Dinamarca como la primera potencia del Escandinavia durante generaciones.

Roskilde se encuentra al final del fiordo del mismo nombre y lo principal que tiene que ver es su catedral y el museo de barcos vikingos.

Llegué a la ciudad por la mañana y, como me ha pasado varias veces en el tiempo que he estado en Dinamarca, hacía un día de verano en el que, de repente hacía un calorazo que ibas bien con camiseta de manga corta y que te sobra todo, que en diez minutos se ponía a diluviar (pero mucha lluvia nada más, que calor seguía haciendo), otra vez sol, otro chaparrón... pero bueno, es lo que hay.

Lo primero que hice fue irme para la oficina de turismo para pedir información y perdí un rato, ya que la guía que llevaba ponía que la oficina estaba en un edificio en le que ya no está. Pero una lugareña, muy amable ella, me indicó que se lo habían llevado al lado de la catedral (con muy buen criterio, por que antes estaba en mitad de ninguna parte).

Plaza de Roskilder en la que se encuantra la oficina de turismo. Tienes a un lado la Catedral y al otro la calle comercial.

Cuando entré en la oficina, me dieron una para ver la ciudad en un día... he de decir que es la oficina mejor organizad que he visto en este viaje. Justo debajo están sacando a la luz las runias de la Iglesia de San Lorenzo, que no está abierta al público, pero si lo pides, muy amablemente te dal las llaves de las ruinas y te dicen que la entrada está a la vuelta de la esquina, que cundo acabes se las lleves de vuelta.

Ruinas de la Iglesia de San Lorenzo. Se pueden ver los estratos de las distintas iglesias que se han ido superponiendo.

Las ruinas están bien, y además hay algunos puntos curiosos, como la colección de conchas que tenían en la Iglesia de daneses que en la edad media hacían el camino de Santiago y cuando volvían los llevaban a la Igleasia como ofrenda.

Antes de las películas de Alfredo Landa, los daneses ya venían de turismo a España.

La ruta empezaba en dirección al Palacio Arzobispal, lo primero que se veía era una estatua del Rey Ros, pertenenciente a las sagas escandinavas, que se supone que es el que da nombre a la ciudad: Roskilde significa los manantiales de Ros.

Viendo la estatua, parece que Ros fue uno de los pioneros del nudismo.

El palacio arzobispal no me pareció gran cosa, la verdad.

Vista del Palacio Arzobispal, con la Catedral al fondo.

Siguiendo la ruta marcada por la oficina de turismo, llegué a la Catedral de Roskilde, espectacular, las tumbas de algunos de los reyes que se pueden ver son sencillamente espectaculares.

Entrada a la Catedral de Roskilde.

Una bonita capilla renacentista en la Catedral.

Los estilos que se observan el las distintas capillas reales se corresponden con el periodo del primer rey enterrado en cada una de ellas. Casi se puede trazar una historia del arte en Europa en los últimos 800 años siguiendo los estilos.

La capilla de Cristian IV. La forja de las puertas es espectacular. Es curioso que los reyes tienen su espada encima de su tumba.

Las grisallas de la capilla de Cristian IV. Eso que parecen columnas y estatuas... es pintura.

Me encanta lo inocente de las pinturas renacentistas.

La nave central... el órgano estuvo tocando prácticamente todo el rato que estuve... una gozada.

Tumba de Margarita I, que derrotó a los Suecos y llevó a Dinamarca a su apogeo, ciñendo las coronas de Dinamarca, Noruega y Suecia, lo que en su época incluía Groenlandia, Islandia, las islas Feroe y Orcadas y Finlandia. Tras esto fundó la Unión de Kalmar, nunca estuvo Escandinavia tan cerca de ser unificada.

Una vez que salí de la catedral, enmpezó a diluviar de lo lindo (de hecho, ha habido estos días unos serios problemas de inundaciones por la lluvia).

La ruta seguía atravesando el barrio de Jorgennosecuanten o algo así (como veréis ahora, perdí el folleto que me habían dado en la oficina de turismo)... el barrio es pintoresco, pero la Iglesia que se supone que se ve al pasar por el no me aportó nada, la verdad.

Lo siguiente que estaba en la ruta era el museo de barcos vikingo, junto al final del Fiordo de Roskilde.

El fiordo de Roskilde.

Yo siempre que voy a ver barcos antiguos pienso lo mismo... cómo coño (con perdón de la expresión)fueron capaces de llegar con esos cascarones a Inglaterra, a Islandia, a Groenlandia, a América... pero si lo ves y te entran dudas de que floten.

En el museo estaban expuestos los restos de cinco barcos vikingos que encontraron hundidos en el fondo del fiordo de Roskilde. Barcos que habían hundido los propios daneses para construir diques defensivos para evitar posibles ataques directos a la ciudad.

Este es un barco de guerra de la época vikinga. Es un barco de guerra para navegar el mar del Norte.

Hace unos años, hicieron una réplica de uno de esos barcos (que los estudios indicaban que fue construido en Dublín, que es fundación vikinga) y con ese cascarón hicieron el viaje Copenhague - Dublín - Copenhague. Las fotos de este viaje son alucinantes y usaron la experiencia para darse cuenta de los problemas que surgían en esas travesías... por ejemplo, como no hay camarotes, la gente tenía que dormir en cubierta mojándose... problema: en un momento del viaje tenían a la mitad de la tripulación enferma... la mitad de los enfermos estaban inutilizados para poder colaborar.

La réplica del barco de la foto anterior. En esto fueron 60 personas de Copenhague a Dublín y volvieron.

En la exposición tenían una frase muy buena, que decía algo así como "no pudimos comprobar algunas de las situaciones que se podían dar en alta mar, ya que debíamos respetar normas básicas de higiene, la legislación danesa y los derechos humanos"... impagable.

Cuando acabé con el museo, fui a las perchas de la entrada a por mi impermeable (os recuerdo que estaba cayendo el diluvio universal, pero en versión XXL) y alguien se lo había llevado... que tengo que ir a Dinamarca a que me roben... en fin... rápidamente me fui a una tienda y me compré un bonito impermeable por 150 coronas (unos veintipocos euros)... ya, sin los papeles que me habían dado en la oficina de turismo y viendo en la guía que llevaba nada de interés, me cogí un tren para irme a ver Koge, un pueblecito al sur de Copenhague con muchas casas de construcción tradicional danesa... la verdad es que no me pareció gran cosa.

Casa tradicional danesa, en Koge.

Después de eso, volví a a Copenhague. Quedé con un conocido de Facebook de estos que tienes ahí, no sabes muy bien por qué y estuvimos tomando unas birritas, Piko Grylls se nos sumó después y estuvimos hasta las doce o así... Cuando llegamos a la casa me tomé una pizza, porque a lo tonto, a lo tonto, con el agobio de que no me iba a dar tiempo a ver nada no había comido nada en todo el día (eso es algo muy mío cuando estoy concentrado en algo).

Y a dormir, que al día siguiente me quedaba ir a ver Hillerod y Fredensborg... o no.

6 comentarios:

Stultifer dijo...

Vaya. No hay escaleras en los fiordos...

hm dijo...

Stulty, ahora estoy en Málaga aún, pero en cuanto llegue a Cartagena, te mando un paquete con todas las fotos con escalera que tenga del viaje ;).

Sufur dijo...

¡Absalón, santo varón! Evangelizador incansable, todavía alucino cuando pienso en la estatua con el hacha...

hm dijo...

Sufur, no andábamos tan desencaminados cuando decíamos lo de que evangelizó pacíficamente por la espada... debimos caer en que el hacha es algo más vikingo.

shepperdsen dijo...

Vales más por lo que callas que por lo que hablas. Y hablas mucho. :)
Espero como agua de mayo la crónica frente a un café ;).

hm dijo...

Shepperdsen, usted sabe que yo quedo con usted en el Coffe&tea cuando quiera... y nos tomamos un frapuccino.