Multiculturalismo

Bueno, bueno... vamos a empezar las Crónicas del Sorprendente Viaje de HM al País de los Daneses.

Follar, follar y follar... ah, no, que lo que os interesa es la parte cultural, bueno, allá vamos.

El viernes, me tiré para Málaga, ya que mi vuelo salía de allí, hice noche en casa de mis padres y a la mañana siguiente ya estaba volando al país de Canuto.

Llegué sin retrasos ni ninguna de estas cosas que me suelen pasar a mi (bueno, tardé una hora y cuarto en facturar, pero me fui con más de dos horas de antelación por que estas cosas ya no me pillan de sorpresa) y cual fue mi sorpresa cuando descubrí que no sólamente me estaba esperando Pico Grylls, sino que Ramón Francisco estaba aún allí (se suponía que se iba el jueves anterior, pero se equivocó al mirar el billete o algo así).

Total, que con las mismas, nos fuimos al piso, nos pusimos guapos y salimos a estudiar la noche y el ambiente copenhagués.

La primera idea era comer algo, para no terminar muy mal... aunque esta etapa se podría llamar también, como salir a comer en un vegetariano y terminar metiéndote una hamburguesa de cuarto de kilo entre pecho y espalda.

Ya cenados, el primer sitio al que fuimos fue el Jailhouse, un bonito local decorado como un pasillo carcelario de Sing-sing, donde nos hicimos los tres una bonita sesión de fotos para nuestro book de Facebook.

Tras eso fuimos al Men's, un local del que lo mejor que podemos decir es que era el más barato en el que estuvimos.

Seguidamente, fuimos al Masken... un local decorado con un GRAN CARTEL DE LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ; un local con un ambiente agradable y relajado ideal para empezar conversaciones... ahí lo dejo.

Entre la gente que te podías encontrar en él, estaban Rubiaken & Morenaken, de los que ya hablaremos en el post correspondiente; el tío de los tatuajes, el camarero de cautivadora sonrisa y hombres de avanzada edad vistiendo pantalones de cuero cortos, calcetas rojas hasta la rodilla, camisa blanca, corbata roja y sombrero vaquero, que nos volveremos a encontrar durmiendo en el anden del metro horas después... así es la fauna copenhaguesa.

Finalmente, un amigo que hicimos en el bar, C, también conocido como el trece/catorce nos llevó a bailar al Cousy un rato... en este bar, ya se ratificaron las sospechas que teníamos... con la llegada del Euro, Dinamarca se quedó fuera de la unión monetaria, y por los problemas con el cambio no ha vuelto a entrar ningún nuevo disco posterior al 2002 (de muestra un botón... acabamos bailando el papi chulo... me apuntan por aquí que no me olvide de la de "Toda la noche").

Al día siguiente nos levantamos a una hora prudente (las doce y media) y nos fuimos a jugar al Voleyplaya en la playa de Copenague (viniendo de La Manga y de Málaga, es lo más propio).

Primero jugamos con unos daneses, amigos de Piko con los que echamos un rato de lo más agradable... cuando acabamos y decidíamos si pegarnos un baño o no, me dijo Ramón F. "Oye, le decimos a esos que si juegan con nosotros"... me giré y vi a tres dioses escandinavos, directamente bajados del Walhala con una pelota de voleybol... lo más destacable de esto, además de que no les dijimos nada, es que hemos creado un nuevo lago artifcial en Dinamarca con toda la baba que soltamos...

Playa de Copenhague... en el centro de la foto, se puede apreciar el charco de babas.

... lo dicho, que estamos recogiendo y de repente nos suelta Piko... "oye, que estos tres dicen que si jugamos con ellos"... dijimos que sí, por supuesto... lo dijimos incluso antes de descubrir que se iban a quitar, inmediatamente, las camisetas... en un momento en el que estaba mirando a otro sitio en vez de a la pelota me lastimé un dedo por darle mal... llevo con el pulgar izquierdo hinchado desde entonces (y con un hematoma del quince).

El estado del leñazo hoy martes ya, tras dos días

De vuelta al piso con Ramón en bici (que esa es otra, nos tuvimos que hacer ese día el equivalente a tres etapas de la vuelta ciclista a Dinamarca), hicimos una parada en Cristianía para verla. Cristianía es una especie de comuna hippie que se creó en los años 70 donde el gobierno danés hace la vista gorda con el tráfico de chocolate y maría (hachís y marihuana)... esta situación a mi me parece la mar de hipócrita... las cosas o las prohibes (como la mayoría de países) o las legalizas (como holanda)... pero a mi de "esto lo prohibimos por que pensamos que es malo, pero en tal sitio vamos a mirar para otro lado"... en fin.

La pausa para comer la hicimos en esta calle, compramos unas pizzas para llevar y comimos a la orilla de los canales.

Llegamos al piso, nos duchamos y salimos de marcha de nuevo... intentamos probar otra zona, pero estaba la cosa floja (es lo que tienen los domingos) y terminamos volviendo, primero al Masken y luego al Cousy... además de una grandiosa foto junto al póster de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, lo más destacado es la comprobación que hicimos en el Cousy, de que esta gente no han visto a un tío realmente peludo en eones y que cuando ven uno, ciertos segmentos de población se vuelven literalmente locos.

El ayuntamiento de Malmo, lo que nos esperaba al día siguiente.

Nos recogimos a una hora prudente porque al día siguiente cruzábamos la frontera y nos íbamos a Malmo... sinceramente, no sé que le ven a esa ciudad... fue un poco decepcionante... lo más destacado es que seguimos con nuestra ruta de multiculturalidad (Voleybol en Copenhague, comer en un iraní en Malmo, lo típico)... por lo demás sólo destacar que comprobamos que si un dependiente rubiaken como dios manda le sonríe en una tienda tres veces a un grupo de mariquitas españoles, estos se gastan hasta los empastes de oro en la tienda.

Un café cortado, un claro ejemplo de MULTICULTURALIDAD.

Un puesto de Copenhague vendiendo chucherías de Vidal, fabricadas en Molina de Segura... MULTICULTURALISMO.

Y ya de vuelta a Copenague, decidimos no salir, pero pasamos por delante de un bar con un camarero que estaba francamente bueno... y decidimos entrar a tomarnos un cóctel... esa noche mis colegas no salieron, pero yo al final sí... pero esa historia ya pertenece a otra entrada.