A la mañana siguiente, me levanté tarde porque puse el despertador a las 9:30 a.m. ... y me equivoqué y puse las 9:30 p.m.... total, que me levanté a las 11:30... dúchate corriendo y vete como un relámpago para la estación central de Copenhague. Llegué y tuve suerte, cogí enseguida el tren de cercanías que iba para Hillerod.
Como veis aquí falla algo... me levanté tarde, sí, pero el resto de cosas estaban yendo rodadas... pues no...
El tren llega a la estación de Hellerup y nos dicen que nos bajemos... qué cosa más rara... me acerco, veo el itinerario, la cosa iba bien... total, que me acerco a la taquilla y pregunto y me dicen que es que está la línea en mantenimiento, que va a estar así un mes y que bueno, que es de hace poco e igual no han cambiado todos los carteles... que es muy fácil, que me coja un tren en Hillerod para Lyngby y que allí hay autobuses que me llevan a Hillerod... es decir, que un bonito viaje de menos de una hora se convirtió en uno de dos horas... no llegué a Hillerod hasta las dos... problema, ya no como hoy tampoco, porque a las cinco cierran el castillo... GRRRRRR.
Lo que viene ahora es un poco escatológico, pero es que me hizo mucha gracia... digamos que me vi en la necesidad de buscar uno de los servicios públicos que hay por todo el país... y andando andando, debí de salirme de la zona turística y me encontré con esto:
Ahora sí, hasta en esto son civilizados los daneses, que tenían su recipiente especial para que la gente echase sus "herramientas".
Menos mal que casi desde cualquier sitio se veían vistas así.
La llegada al castillo es impresionante y tal como cruzas el arco te encuentras con esto:
En la planta baja, hay un par de salas con unos relieves muy notables y las estatuas originales de la fachada (que se hicieron polvo en un incendio que hubo en el siglo XIX; las actuales son réplicas a partir de bocetos que se disponían de la fachada (este método se utilizó para reconstruir la mayoría de las habitaciones).
De ahí, se podía acceder en la siguiente planta tanto el salón de audiencias como a la capilla del castillo. Se nota mucho que el palacio se hizo como ostentación de la monarquía absoluta danesa (es el mayor palacio de Escandinavia)... es inevitable establecer el paralelismo con el Palacio de Oriente (el mayor de Europa), tanto los reyes de Dinamarca, en un caso, como los de España en el otro gobernaban una potencia en decadencia y es como si buscasen demostrar por medio del lujo de sus palacios que todavía eran alguien en el mundo.
El castillo fue construido por Federico III, pero el que lo amplió y lo convirtió en la maravilla que tenemos hoy en día fue Cristian IV.
Cristian IV nació en el castillo y se sintió siempre muy ligado a él. Es uno de los reyes más queridos de la historia de Dinamarca a pesar de que durante su reinado Dianamarca dejó de ser una potencia... hizo importantes reformas y a pesar de empezar su reinado con una brillante política expansionista, termino luchando por mantener la existencia de su país tras una serie de guerras catastrófica. Cuando fue coronado, Dinamarca era, al menos en teoría, la gran potencia protestante del norte de Europa; tras la Guerra de los Treinta Años, ese papel pasó a Suecia, que poco después invadiría casi la totalidad de Dinamarca obligando a Cristian IV a firmar una paz humillante en la cual Dinamarca cedía casi un tercio de su terrotorio a Suecia (incluyendo Malmo, entonces la segunda ciudad de Dinamarca).
El palacio, en las plantas primera (parte), segunda y tercera, lo que hace es un seguimiento cronológico de los grandes hombres de la historia de Dinamarca, aunque lo mejor, sin lugar a dudas son las habitaciones, con esos techos y esos tapices y esos frescos y...
En la última planta estaban expuestos los siglos XIX y XX. La presentación era mucho más atrevida, pero el contraste de los techos antiguos con las instalaciones modernas daban un resultado más que apropiado.
Tras esto, como ya eran las cinco y cerraban, me salí a los jardines del palacio... como veis en las fotos, nada que no pueda tener uno en una terracita en su piso...
Tras esto, vuelta al piso en Copenhague, ver que, desde donde estaba parando, había autobuses directos a Hillerod (lo que pasa es que en teoría con el tren, no interesaban) y tras una ducha, bajada al centro donde me esperaba el afamado bloguero Sufur.
El encuentro con Sufur fue de esos encuentros "históricos para el plantea", que diría la Pajín. Por conocer a gente como este individuo, vale la pena haberse metido en el mundo de los blogs... un personaje friki, culto, y con las mismas aficiones que yo, por ejemplo, ver piedras antiguas amontonadas y hacerle foto a ejemplares autóctonos del país.
Tras una noche de juerg... de estudio sociológico del país, optó por dejarme continuar mis investigaciones sobre folklore danés con un rubiaken y quedamos para el día siguiente... sí, al fin... para ver Copenhague.
Como veis aquí falla algo... me levanté tarde, sí, pero el resto de cosas estaban yendo rodadas... pues no...
El tren llega a la estación de Hellerup y nos dicen que nos bajemos... qué cosa más rara... me acerco, veo el itinerario, la cosa iba bien... total, que me acerco a la taquilla y pregunto y me dicen que es que está la línea en mantenimiento, que va a estar así un mes y que bueno, que es de hace poco e igual no han cambiado todos los carteles... que es muy fácil, que me coja un tren en Hillerod para Lyngby y que allí hay autobuses que me llevan a Hillerod... es decir, que un bonito viaje de menos de una hora se convirtió en uno de dos horas... no llegué a Hillerod hasta las dos... problema, ya no como hoy tampoco, porque a las cinco cierran el castillo... GRRRRRR.
Lo que viene ahora es un poco escatológico, pero es que me hizo mucha gracia... digamos que me vi en la necesidad de buscar uno de los servicios públicos que hay por todo el país... y andando andando, debí de salirme de la zona turística y me encontré con esto:
Ahora sí, hasta en esto son civilizados los daneses, que tenían su recipiente especial para que la gente echase sus "herramientas".
Menos mal que casi desde cualquier sitio se veían vistas así.
La llegada al castillo es impresionante y tal como cruzas el arco te encuentras con esto:
La verdad es que la vista impresiona... como me volví a quedar sin comer y fui a la hora de la comida, estaba todo vacío... qué tranquilidad.
En la planta baja, hay un par de salas con unos relieves muy notables y las estatuas originales de la fachada (que se hicieron polvo en un incendio que hubo en el siglo XIX; las actuales son réplicas a partir de bocetos que se disponían de la fachada (este método se utilizó para reconstruir la mayoría de las habitaciones).
Tienen una pequeña obsesión con el tema de Saturno devorando a sus hijos... ya sabéis, el dios que devoraba a sus hijos para evitar que le arrebatasen el poder, pero que al final fue derrotado por uno de ellos que liberó a sus hermanos... ¿algún trauma danés con Suecia?.
De ahí, se podía acceder en la siguiente planta tanto el salón de audiencias como a la capilla del castillo. Se nota mucho que el palacio se hizo como ostentación de la monarquía absoluta danesa (es el mayor palacio de Escandinavia)... es inevitable establecer el paralelismo con el Palacio de Oriente (el mayor de Europa), tanto los reyes de Dinamarca, en un caso, como los de España en el otro gobernaban una potencia en decadencia y es como si buscasen demostrar por medio del lujo de sus palacios que todavía eran alguien en el mundo.
El pasillo que lleva a la sala de audiencias es como el de mi casa, sólo que el mío está un poco más recargado.
La sala de audiencias; tiene un mecanismo para que el rey pueda salir por un subterráneo y no tener que ver a la gente que tiene en la sala de espera y que no va a recibir.
El castillo fue construido por Federico III, pero el que lo amplió y lo convirtió en la maravilla que tenemos hoy en día fue Cristian IV.
Cristian IV nació en el castillo y se sintió siempre muy ligado a él. Es uno de los reyes más queridos de la historia de Dinamarca a pesar de que durante su reinado Dianamarca dejó de ser una potencia... hizo importantes reformas y a pesar de empezar su reinado con una brillante política expansionista, termino luchando por mantener la existencia de su país tras una serie de guerras catastrófica. Cuando fue coronado, Dinamarca era, al menos en teoría, la gran potencia protestante del norte de Europa; tras la Guerra de los Treinta Años, ese papel pasó a Suecia, que poco después invadiría casi la totalidad de Dinamarca obligando a Cristian IV a firmar una paz humillante en la cual Dinamarca cedía casi un tercio de su terrotorio a Suecia (incluyendo Malmo, entonces la segunda ciudad de Dinamarca).
El palacio, en las plantas primera (parte), segunda y tercera, lo que hace es un seguimiento cronológico de los grandes hombres de la historia de Dinamarca, aunque lo mejor, sin lugar a dudas son las habitaciones, con esos techos y esos tapices y esos frescos y...
En las paredes de las escaleras del castillo hay mogollón de escudos; creo, por que no logré encontrar en ningún sitio una explicación, que pertenecen a todas las personas a las que se les ha otorgado una de las dos órdenes danesas, la Orden de Danneborg o la Orden del Elefante. Por la fecha a Francisco de Asís de Borbón, rey consorte de España más conocido como doña Paquita ( de él dijo su mujer Isabel II: "qué esperar de alguien que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo")... se nota que tuvo que ir de cisita allí también... será que le gustaban también los rubiaken.
En la última planta estaban expuestos los siglos XIX y XX. La presentación era mucho más atrevida, pero el contraste de los techos antiguos con las instalaciones modernas daban un resultado más que apropiado.
Tras esto, como ya eran las cinco y cerraban, me salí a los jardines del palacio... como veis en las fotos, nada que no pueda tener uno en una terracita en su piso...
Tras esto, vuelta al piso en Copenhague, ver que, desde donde estaba parando, había autobuses directos a Hillerod (lo que pasa es que en teoría con el tren, no interesaban) y tras una ducha, bajada al centro donde me esperaba el afamado bloguero Sufur.
El encuentro con Sufur fue de esos encuentros "históricos para el plantea", que diría la Pajín. Por conocer a gente como este individuo, vale la pena haberse metido en el mundo de los blogs... un personaje friki, culto, y con las mismas aficiones que yo, por ejemplo, ver piedras antiguas amontonadas y hacerle foto a ejemplares autóctonos del país.
Tras una noche de juerg... de estudio sociológico del país, optó por dejarme continuar mis investigaciones sobre folklore danés con un rubiaken y quedamos para el día siguiente... sí, al fin... para ver Copenhague.
3 comentarios:
Será por jardines
Va a conseguir usted que me ponga colorado... Eso sí, se le ha olvidado el detalle de mencionar lo buenisísimo que estoy jur jur jur :-)
Y al final me gana usted por goleada en visitas culturales... la cantidad de sitios interesantes que me he perdido. ¡Motivo adicional para volver a Dinamarca!
Mañana, de vuelta a las Spanien...
... y por palacios, Supersalva...
Sufur, yo digo lo que hay, no tiene por qué ponerse rojo... no he dicho nada de su atractivo in negable para evitar posibles zarpazos del osezno :S.
¡Como si necesitase usted excusa para volver allí!... ¡¡¡ si vuelve al país de los rubiaken avísemeeeeeee !!!
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