Nuclear

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Vida, amor, dignidad, libertad...

Ayer estuve en el teatro con Escriba, Pyki Grills y Ramón. Fuimos a ver a la Alberca la obra "Hablemos a Calzón Quitado", de Guillermo Gentile. La simopsis de la obra podría ser que Martín, un joven estudiante idealista, llega a una casa donde viven un padre sobreprotector y su hijo. Martín se queda con ellos en su casa y poco a poco le va mostrando a "el Nene", el hijo, como es el mundo más allá de la casa donde vive encerrado, de la burbuja en la que lo tiene recluido su padre.



Tras la obra fuimos a cenar a una sidrería y entre copas de vino y culines de sidra estuvimos comentando la obra. Las actuaciones fueron correctas, pero comentamos que nos daba la impresión de que la obra era demasiado explícita, que en ciertos momentos parecía no confiar en la inteligencia del espectador.

De ahí fuimos divagando sobre los temas que se tratan en la obra... sobre si es justificable llevar la libertad a cualquier precio, sobre si la libertad es un valor absoluto, sobre si vale la pena llevarle la libertad a alguien, aunque lo conviertas en alguien infeliz. Extrapolándolo incluso a asuntos como si es justificable llevar nuestros valores a países que igual no han alcanzado un grado suficiente como para asumirlos... lo mismo te puede salir un Japón o una Chequia, que una Rumanía o una Bulgaria...

Si el fin justifica los medios. Si la libertad es o no es absoluta y de ahí a comentar la idea de la obra de hacer un diccionario ordenando las palabras por orden de importancia. En la obra hablan de dignidad, ellos eligieron amor, yo vida argumentando que no hay amores incondicionales. De ahí a comentar la muerte como única certeza y de ahí a mogollón de cuestiones laterales, resultando una conversación frondosa y productiva.

Mientras escribía esta entrada, además analizaba las posiciones que adoptábamos cada uno y como podía cambiar el punto de vista según el tema tratado y la forma. También no he podido sacarme de la cabeza una reflexión que hace tiempo que hice y que viene como un guante al caso. En la cultura occidental, verbalizamos, por la parte de la pata judeocristiana, el culto a la libertad con la fórmula "ET COGNOSCETIS VERITATEM ET VERITAS LIBERABIT VOS", "Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libre"... el problema viene porque la gente tiene tendencia a leer en su lugar "Y conoceréis la verdad y la verdad os hará felices"... cuando, obviamente, la libertad puede traer la felicidad, o puede espantarla.


11 comentarios:

Mike Medianoche dijo...

Pues yo estuve viendo el otro día a Millán Salcedo :D No tiene nada que ver, pero quería contarlo

hm dijo...

Es algo digno de contarse ;).

Sufur dijo...

No sabe usted cuánto echo de menos esas conversaciones de bar, profundas, enrevesadas y que casi nunca conducen a nada, pero que nos hacen sentirnos interlectualmente vivos y partícipes de un diálogo que lleva produciéndose desde hace treinta siglos... ¿Dónde han ido a parar mis amigos filósofos? Ya puestos, ¿dónde ha ido a parar el Sufur filósofo?

Si hay algo que cada vez me queda más claro es que, por desgracia, ni la verdad nos hace libres ni la libertad nos hace felices. Pero sigo teniendo la fuerte vena idealista que me dice que, a pesar de todo, sigue mereciendo la pena intentar conocer la verdad e intentar liberarnos. ¿Estoy haciéndome viejo y cayendo en tópicos? No sé.

Sufur dijo...

Por cierto, que no se me pase: gracias por esta entrada. Este tipo de cosas son lo más parecido que me queda a esas charlas acoholico-filosóficas (pero sin la sidra), y no vea cuánto las aprecio.

Juan Patricio Peñalver dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Patricio Peñalver dijo...

Hola!! Había publicado un comentario larguísimo aquí, al hilo de esta entrada tuya, pero para no resultar aburrido, lo que hago es "robarte" el tema para comentarlo en mi blog desde mi propio punto de vista, así que simplemente te invito a visitarlo.

Espero no lo tomes a mal, y gracias por la reflexión que me has suscitado.

Saludos.
Desde un lugar de la Huerta.

MM de planetamurciano dijo...

Cuantos más años cumplo, más pesimista me vuelvo y me da la impresión de ke la felicidad no está ni detrás de la libertad, ni del amor ni de la verdad...
La única felicidad posible está detrás de unos amigos alrededor de una sidra...

el escriba dijo...

Me ha EN-CAN-TA-DO tu entrada.

Thiago dijo...

jaj que bien lo pasastéis cari, así una conversación sencillita y cordia para pasar el rato, jaaja vosotros sois unos intelectuales y tuberculosos, además, jaaja. No sé si la verdad te hace libre o feliz. La verdad tengo mis dudas, jaaj

bezos.

Angel dijo...

¡Ufffffffffffff!
El problema es: ¿Y qué es la verdad?
Hasta el mismo Pilatos se planteaba el asunto.
Un abrazo, HM.

hm dijo...

Sufur... te hubiese puesto que el Sufur filósofo está vivito y coleando (sobre todo coleando), pero en su última entrada lo demuestra sobradamente :p.

Lugareño, te contesto en tu entrada, me ha encantado ;).

Mm, a veces uno piensa que igual que el infierno son los otros, son también el cielo.

Escriba, a mi lo que me encantó fue su compañía.

Thiago, la duda es es camino de la sabiduría XD... la próxima vez que tenga una conversación como esta, iré de plateado ;).

¡ Pilatos se lavaba las manos Ángel !. Un abrazo también para ti.