Como todos sabéis en estos últimos días, el gobierno de la República Argentina ha cometido un latrocinio y se a apoderado, de forma ilegal y con gran aparato mediático, de una empresa privada participada mayoritariamente por una empresa extranjera a su país.
En las siguientes líneas, no voy a entrar a valorar el hecho desde un punto de vista nacional, es decir, no los voy a valorar como español, si no como trabajador y, sobre todo, conocedor del sector del petróleo, exponiendo cuales creo que han sido las principales motivaciones y cuales creo que van a ser las consecuencias para los dos actores principales: la República Argentina y Repsol.
Primero hagamos algo de historia. En 1992 la República Argentina procedió a la privatización de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). En 1999 Repsol entró como accionista en la empresa y lanzó una OPA para hacerse con ella... entró como accionista comprándole a la República Argentina el 15% de las acciones que poseía, la OPA se lanzó contra el 85% restante que estaba, no en manos argentinas, si no en manos de inversores mayoritariamente estadounidenses.
Establecido este punto de partida, Repsol ha modernizado las instalaciones obsoletas e ineficientes que encontró en YPF, incluyendo un trasvase ingente de know-how (saber hacer) de una de las mejores empresas refineras del mundo, como es Repsol Petróleo.
Finalmente, para establecer el marco previo, decir que es cierta la acusación de que Repsol en los últimos años ha dedicado un porcentaje mayor del normal a dividendos entre los accionistas de YPF que a reinversiones. Estos dividendos son consecuencias del acuerdo "amistoso" que el difunto marido de la Señora Kirchner obligó a Repsol a firmar con sus "asociados" del grupo Petersen, a los que se les vendió un cuarto de YPF y como condicionante de la venta venían marcado unos dividendos enormes que tenían que recibir de Repsol a la fuerza.
Ahora, para poder establecer cuales creo que son las consecuencias que se van a desprender de esta acción, es conveniente que estudiemos qué fue a buscar Repsol en YPF.
Repsol es una empresa que surge en el año 1987. El Instituto Nacional de Hidrocarburos poseía por aquellas fechas una serie de empresas del sector petroquímico (ENCASO, ENTASA, REPESA, PETROLÍBER, CALATRAVA, ALCUDIA, MONTORO, PAULAR, CAMPSA, HISPANOIL, BUTANO) y participaciones, PETRONOR. Todas estas propiedades son transferidas a una nueva sociedad que adopta el nombre del más exitoso de los lubricantes de la empresa que lidera este proceso, REPESA primero, ENPETROL después.
Repsol se constituye con un entramado eminentemente nacional y rápidamente se pone manos a la obra para conseguir la integración y optimización de todos las empresas petroquímicas que ha heredado. Para el año 1999 Repsol ya es una de las mejores compañías del mundo en el sector del refino de petróleo, pero el no ser una compañía integrada (es decir, que produce petróleo, lo procesa y vende los productos finales) y su pequeño tamaño son un problema para su internacionalización, no por capacidad, sino por que es una empresa que es fácil que termine siendo comprada por otra. El presidente de turno de la empresa, Alfonso Cortina, decide que la mejor solución es una huida hacia adelante y sabiendo que el gobierno argentino no ve con buenos ojos la capitalización estadounidense de YPF, se lanza a la compra de la empresa, en la que el gobierno de Argentina conserva la acción de oro.
Por esa época, YPF es más de dos veces más grande que Repsol. Tras la fusión, se forma uno de los mayores grupos petroquímicos privados del mundo. Demasiado grande para ser comprado (realmente no es difícil comprarlo por capital, que es asequible para las empresas más grandes como Exxon, Shell o BP, si no por las complicaciones de integrar una empresa de ese tamaño).
Así pues, la motivación principal que lleva a Repsol a comprar YPF es un movimiento defensivo. Repsol tenía el potencial para crecer y convertirse en una de las grandes pero necesitaba tiempo. YPF se lo da.
Durante estos años el gobierno de la República Argentina obliga a consumir el petróleo en el país y establece unos precios fijos de los combustibles para tener a la gente contenta. Obviamente eso estrangula al negocio. Pensar que Repsol se ha hecho de oro con YPF es desconocer el marco legal en el que se mueve el sector petrolero en la República Argentina.
El gobierno de la República Argentina, asfixiado por que no tiene dinero en la caja para poder mantener las subvenciones y los gastos que realiza para mantener la calma social en un país que se encuentra al borde de la bancarrota decide nacionalizar YPF, adornándolo de muchos sentimientos patrióticos, pero buscando realmente meter la mano en la caja de YPF para ganar unos años más, a ver si así se soluciona el boquete que tienen en las cuentas públicas.
Así pues, Repsol obtuvo de YPF tranquilidad y tiempo para crecer, YPF obtuvo de Repsol, mantener al gobierno de la República Argentina alejado de la caja corriente, que viendo el estado de las empresas públicas argentinas, no es poco.
¿Qué espectativas tiene cada una de las partes después de la expropiación? - aprovecho para decir que todo esto es una opinión muy personal y que, de hecho, no es compratida por la mayor parte de la gente que conozco.
A corto plazo, el gobierno de la República Argentina va a obtener buenos resultados, va a ganar no menos de dos años de aguante con el dinero que hay en la caja. Años durante los cuales podrán seguir siendo reelegidos, que al fin y al cabo, es lo que importa. La empresa se encuentra saneada y es rentable, no creo que tarden menos de tres años, cuatro quizá, en llevarla a números rojos.
A medio plazo la consecuencias vana ser nefastas. De entrada, pierden al primer contribuyente del país, es decir, van a perder una gran parte de los ingresos fiscales del país. La empresa, además y como ha sucedido con anteriores nacionalizaciones argentinas, tiene todas las papeletas para dejar de ser competitiva.
Finalmente, los campos de petróleo de YPF están ya en la etapa final de producción y cada año darán menos petróleo, con lo cual, diga lo que diga la Señora Kirchner, cada año van a tener que importar más combustible (salvo que dejen de crecer, claro). El único campo nuevo que tienen es el de Vaca Muerta, pero por el tipo de campo, YPF no puede explotarlo en solitario, así que necesitará dinero y tecnología de otras empresas para poder hacerlo. Tienen la opción buena, que es que se lo exploten los estadounidenses y la "menos buena", que es que se la exploten los chinos.
Por el lado de Repsol, parece evidente que a corto plazo es un golpe fuerte, sobre todo de imagen para la gente que no sabe de petróleo. No obstante, yo opino que a medio plazo va a ser positivo para Repsol por varias causas:
El único interés real que podía tener Repsol en poseer una empresa tan nacional en un mercado tan intervenido y poco atractivo como el argentino era el tamaño. Ese motivo ya no tiene sentido hoy en día, por cuanto, Repsol es más de dos veces YPF y sus intereses van más en la línea de México, Brasil, África, el Magreb o Irán, que Argentina.
Desde hace años, las acciones de Repsol han tenido un valor que estaba claramente por debajo del que debería ser su valor objetivo debido a la penalización que le suponía tener una parte importante de sus recursos en un mercado tan poco confiable como el argentino (esto no es una opinión sólo mía, es una opinión muy extendida desde hace años en los mercados).
Las acciones de YPF nominalmente valen 8000 millones de euros... pero lo cierto es que es eso, nominalmente... si nos ceñimos a lo que las acciones valen por lo que la gente quiere pagar por ellas, valen mucho menos... ninguna empresa estaba interesada en comprar las acciones de Repsol, ni regaladas. Nadie, en el mundo empresarial, se fía de Argentina; para entrar en ese mercado hay que tener motivos como los que tenía Repsol: de todo tipo menos económicos.
Así pues. mi veredicto es que el gobierno de la República Argentina gana dos o tres años de dinero corriente para intentar solucionar el boquete que tiene en las cuentas públicas.
La República Argentina pierde al principal contribuyente a la hacienda pública y, de ahora en adelante, ingresará el dinero que genere YPF, pero cuando haya pérdidas, también tendrá que aportarlo. Por no hablar del encarecimiento de los seguros a la inversión y el descrédito del país de cara a los inversores. El balance económico a medio-largo plazo, es francamente negativo.
Repsol sufre un duro golpe que puede ponerla en el disparadero de posibles fusiones o adquisiciones por parte de otras empresas. Tengo mis motivos para creer que esto no se va a producir, bien por cultura empresarial de los posibles compradores o por posibles conflictos de monopolio con el gobierno de España o de la UE. Pero eso es otro asunto.
Una vez que haya pasado esta tormente de rumores (que por otra parte es algo frecuente, incluso antes de estos hechos), seguramente Repsol salga reforzada tanto en su política de expansión internacional, una vez liberada de su servidumbre con la República Argentina, como en la confianza de los mercados.
En las siguientes líneas, no voy a entrar a valorar el hecho desde un punto de vista nacional, es decir, no los voy a valorar como español, si no como trabajador y, sobre todo, conocedor del sector del petróleo, exponiendo cuales creo que han sido las principales motivaciones y cuales creo que van a ser las consecuencias para los dos actores principales: la República Argentina y Repsol.
Primero hagamos algo de historia. En 1992 la República Argentina procedió a la privatización de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). En 1999 Repsol entró como accionista en la empresa y lanzó una OPA para hacerse con ella... entró como accionista comprándole a la República Argentina el 15% de las acciones que poseía, la OPA se lanzó contra el 85% restante que estaba, no en manos argentinas, si no en manos de inversores mayoritariamente estadounidenses.
Establecido este punto de partida, Repsol ha modernizado las instalaciones obsoletas e ineficientes que encontró en YPF, incluyendo un trasvase ingente de know-how (saber hacer) de una de las mejores empresas refineras del mundo, como es Repsol Petróleo.
Finalmente, para establecer el marco previo, decir que es cierta la acusación de que Repsol en los últimos años ha dedicado un porcentaje mayor del normal a dividendos entre los accionistas de YPF que a reinversiones. Estos dividendos son consecuencias del acuerdo "amistoso" que el difunto marido de la Señora Kirchner obligó a Repsol a firmar con sus "asociados" del grupo Petersen, a los que se les vendió un cuarto de YPF y como condicionante de la venta venían marcado unos dividendos enormes que tenían que recibir de Repsol a la fuerza.
Ahora, para poder establecer cuales creo que son las consecuencias que se van a desprender de esta acción, es conveniente que estudiemos qué fue a buscar Repsol en YPF.
Repsol es una empresa que surge en el año 1987. El Instituto Nacional de Hidrocarburos poseía por aquellas fechas una serie de empresas del sector petroquímico (ENCASO, ENTASA, REPESA, PETROLÍBER, CALATRAVA, ALCUDIA, MONTORO, PAULAR, CAMPSA, HISPANOIL, BUTANO) y participaciones, PETRONOR. Todas estas propiedades son transferidas a una nueva sociedad que adopta el nombre del más exitoso de los lubricantes de la empresa que lidera este proceso, REPESA primero, ENPETROL después.
Repsol se constituye con un entramado eminentemente nacional y rápidamente se pone manos a la obra para conseguir la integración y optimización de todos las empresas petroquímicas que ha heredado. Para el año 1999 Repsol ya es una de las mejores compañías del mundo en el sector del refino de petróleo, pero el no ser una compañía integrada (es decir, que produce petróleo, lo procesa y vende los productos finales) y su pequeño tamaño son un problema para su internacionalización, no por capacidad, sino por que es una empresa que es fácil que termine siendo comprada por otra. El presidente de turno de la empresa, Alfonso Cortina, decide que la mejor solución es una huida hacia adelante y sabiendo que el gobierno argentino no ve con buenos ojos la capitalización estadounidense de YPF, se lanza a la compra de la empresa, en la que el gobierno de Argentina conserva la acción de oro.
Por esa época, YPF es más de dos veces más grande que Repsol. Tras la fusión, se forma uno de los mayores grupos petroquímicos privados del mundo. Demasiado grande para ser comprado (realmente no es difícil comprarlo por capital, que es asequible para las empresas más grandes como Exxon, Shell o BP, si no por las complicaciones de integrar una empresa de ese tamaño).
Así pues, la motivación principal que lleva a Repsol a comprar YPF es un movimiento defensivo. Repsol tenía el potencial para crecer y convertirse en una de las grandes pero necesitaba tiempo. YPF se lo da.
Durante estos años el gobierno de la República Argentina obliga a consumir el petróleo en el país y establece unos precios fijos de los combustibles para tener a la gente contenta. Obviamente eso estrangula al negocio. Pensar que Repsol se ha hecho de oro con YPF es desconocer el marco legal en el que se mueve el sector petrolero en la República Argentina.
El gobierno de la República Argentina, asfixiado por que no tiene dinero en la caja para poder mantener las subvenciones y los gastos que realiza para mantener la calma social en un país que se encuentra al borde de la bancarrota decide nacionalizar YPF, adornándolo de muchos sentimientos patrióticos, pero buscando realmente meter la mano en la caja de YPF para ganar unos años más, a ver si así se soluciona el boquete que tienen en las cuentas públicas.
Así pues, Repsol obtuvo de YPF tranquilidad y tiempo para crecer, YPF obtuvo de Repsol, mantener al gobierno de la República Argentina alejado de la caja corriente, que viendo el estado de las empresas públicas argentinas, no es poco.
¿Qué espectativas tiene cada una de las partes después de la expropiación? - aprovecho para decir que todo esto es una opinión muy personal y que, de hecho, no es compratida por la mayor parte de la gente que conozco.
A corto plazo, el gobierno de la República Argentina va a obtener buenos resultados, va a ganar no menos de dos años de aguante con el dinero que hay en la caja. Años durante los cuales podrán seguir siendo reelegidos, que al fin y al cabo, es lo que importa. La empresa se encuentra saneada y es rentable, no creo que tarden menos de tres años, cuatro quizá, en llevarla a números rojos.
A medio plazo la consecuencias vana ser nefastas. De entrada, pierden al primer contribuyente del país, es decir, van a perder una gran parte de los ingresos fiscales del país. La empresa, además y como ha sucedido con anteriores nacionalizaciones argentinas, tiene todas las papeletas para dejar de ser competitiva.
Finalmente, los campos de petróleo de YPF están ya en la etapa final de producción y cada año darán menos petróleo, con lo cual, diga lo que diga la Señora Kirchner, cada año van a tener que importar más combustible (salvo que dejen de crecer, claro). El único campo nuevo que tienen es el de Vaca Muerta, pero por el tipo de campo, YPF no puede explotarlo en solitario, así que necesitará dinero y tecnología de otras empresas para poder hacerlo. Tienen la opción buena, que es que se lo exploten los estadounidenses y la "menos buena", que es que se la exploten los chinos.
Por el lado de Repsol, parece evidente que a corto plazo es un golpe fuerte, sobre todo de imagen para la gente que no sabe de petróleo. No obstante, yo opino que a medio plazo va a ser positivo para Repsol por varias causas:
El único interés real que podía tener Repsol en poseer una empresa tan nacional en un mercado tan intervenido y poco atractivo como el argentino era el tamaño. Ese motivo ya no tiene sentido hoy en día, por cuanto, Repsol es más de dos veces YPF y sus intereses van más en la línea de México, Brasil, África, el Magreb o Irán, que Argentina.
Desde hace años, las acciones de Repsol han tenido un valor que estaba claramente por debajo del que debería ser su valor objetivo debido a la penalización que le suponía tener una parte importante de sus recursos en un mercado tan poco confiable como el argentino (esto no es una opinión sólo mía, es una opinión muy extendida desde hace años en los mercados).
Las acciones de YPF nominalmente valen 8000 millones de euros... pero lo cierto es que es eso, nominalmente... si nos ceñimos a lo que las acciones valen por lo que la gente quiere pagar por ellas, valen mucho menos... ninguna empresa estaba interesada en comprar las acciones de Repsol, ni regaladas. Nadie, en el mundo empresarial, se fía de Argentina; para entrar en ese mercado hay que tener motivos como los que tenía Repsol: de todo tipo menos económicos.
Así pues. mi veredicto es que el gobierno de la República Argentina gana dos o tres años de dinero corriente para intentar solucionar el boquete que tiene en las cuentas públicas.
La República Argentina pierde al principal contribuyente a la hacienda pública y, de ahora en adelante, ingresará el dinero que genere YPF, pero cuando haya pérdidas, también tendrá que aportarlo. Por no hablar del encarecimiento de los seguros a la inversión y el descrédito del país de cara a los inversores. El balance económico a medio-largo plazo, es francamente negativo.
Repsol sufre un duro golpe que puede ponerla en el disparadero de posibles fusiones o adquisiciones por parte de otras empresas. Tengo mis motivos para creer que esto no se va a producir, bien por cultura empresarial de los posibles compradores o por posibles conflictos de monopolio con el gobierno de España o de la UE. Pero eso es otro asunto.
Una vez que haya pasado esta tormente de rumores (que por otra parte es algo frecuente, incluso antes de estos hechos), seguramente Repsol salga reforzada tanto en su política de expansión internacional, una vez liberada de su servidumbre con la República Argentina, como en la confianza de los mercados.
5 comentarios:
Usted sabe que yo soy rubia y de letras, por lo que la pregunta de si no hay vuelta atrás a lo de la nacionalización no la hago, porque creo saber la respuesta.
Muchas gracias por la explicación.
¡Por fin alguien me explica el asunto! Gracias majo :-)
Vaya, me alegro de que les haya gustado y lo hayan comprendido... lo terminé de escribir a una hora bastante poco prudente y tenía miedo de que resultase un poco frarragoso.
Joer...Esto es casi una tesis doctoral pero muuuy bien explicao...Me asombra usted...Como siempre...
Por otro lao, lo que daría por defender a las grandes multinacionales españolas con ganas y frenesí, pero...¿Quien me defiende a mí de las tarifas más altas de conexión a internet ( en Europa)que nos cobra Telefónica? ¿Y de los precios abusivos de Iberdrola, también, de los más altos de Europa? Que nos mimen y serán mimados...
Bueno, lo cierto es que también pienso que las tarifas que aplican son altas, pero no conozco su mercado como para poder tener una idea formada de las compañís que cita. En cualquier caso, estas empresas pesan demasiado en España para que nos dé igual lo que les pase... vamos, digo yo.
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