Nuclear

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domingo, 13 de abril de 2008

Gracias, Saccharomyces Cerevisiae

A mi, hasta los veinte años no me gustaba la cerveza. Mi única relación con ella hasta esa edad fue un verano en que paré, caluroso y sediento, en Sevilla. Como toda la gente con la que iba pidió cerveza, yo me pedí otra... recuerdo que del calor que hacía noté todo el trayecto desde la boca hasta el estómago... mmmm.



Mi siguiente recuerdo es ya, a los veinte años, en mi viaje a Alemania (qué gran país) para aprender alemán. Fuimos a Passau, una bonita ciudad de Baviera situada en la frontera con Austria. Cenamos la primera noche en la fábrica histórica de la cerveza Franziskaner... esa primera noche, ya cené con dos litros y medio de cerveza (es que la cerveza en Alemania sabe distinto).



Aprovechando ese viaje, visité Praga y me sirvió para ver que no tengo el mismo concepto de viaje que la mayoría de la gente. Después de estarse quejando todo el mundo todo el día de que sólo veíamos guiris, que no se veía ni un checo, les dije que había encontrado un bar con precios muy económicos... creo que cuando me los llevé a un barrio fuera del centro y vieron que empezaron a entrar obreros con el mono y todo, se querían ir (aunque eso sí, no habrán tomado una cerveza más barata en su vida). Al día siguiente les dije que había encontrado un menú por 200 pesteas, pero ya no quisieron ir.

Seguí introduciéndome en el mundo de la cerveza dos años después. En una asignatura de la carrera teníamos por grupos, que desarrollar una Evaluación de Impacto Ambiental de un proyecto que teníamos que desarrollar. Los demás grupos hicieron lo típico: una presa, una carretera... mi grupo hizo una fábrica de cerveza de trigo.

De entrada, la primera reunión con el profesor ya indicaba que no íbamos a ser un grupo al uso: en la primera reunión, le planteamos "Oiga, Mojo Picón, queremos hacer un fábrica de cerveza de trigo, "Cervezas Biznaga S.L.", ¿le parece bien?" A lo que contesta; "ahh, muy bien, perfecto" y le decimos "pues según el Real Decreto patatín patatán, este tipo de instalaciones no requieren de EIA"... se queda así como que un poco "estooooo, peroooooo, bueno, ... pero vamos a suponer que si la pidiese".

Hicimos un diseño con oficinas sindicales, guarderías para los hijos de los empleados, campaña de publicidad (invitamos a cerveza de nuestra "marca" a todos los asistentes a la exposición y por supuesto, exposición = un chico + una chica; que se suponía que estábamos simulando una rueda de prensa y lo de la paridad era fundamental.

Mi última experiencia religiosa con la cerveza fue en mi viaje a Bélgica de hace tres años; con ello completé el culmen de las peregrinaciones cerveceras: Alemania, Chequia y Bélgica... el equivalente a Santiago, Roma y Jerusalén pero con cerveza en vez de vino.

La cerveza es una alimento de primera (además, yo por mi anemia crónica la tengo prescrita... ains, que alegría); aparece su fabricación ya descrita en tablillas sumerias y se convirtió en bebida nacional en el Egipto faraónico; Zhytu lo llamaban.



En las tablillas sumerias se establecen normas para su fabricación, convirtiéndose en el primer alimento cuya fabricación y precios se regulan.

Con el Imperio Romano, se extiende por toda la cuenca mediterránea, y durante la Edad Media, los monasterios la llevan a la mayor parte del continente Europeo... en 1516, Guillermo IV de Baviera promulga la Reinheitsgebrot, conocida en España como "Ley de pureza de la cerveza". En ella se establece que la cerveza sólo se puede elaborar con lúpulo, malta y cebada.



En España la introduce en Carlos I, que monta en Yuste una pequeña fábrica durante su retiro. Hasta entonces, España era un país eminentemente viti-vinícola; desde entonces, comparten protagonismo ambas bebidas: la cerveza y el vino.

La cerveza es diurética, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, contiene ácido fólico, que retrasa la menopausia en las mujeres hasta tres años e interviene en el mecanismo de asimilación del hierro, aumenta la proporción de colesterol del bueno y previene la osteoporósis. Además, aporta una gran cantidad de nutrientes y vitaminas.

Además... donde se ponga ver un partido de Madrid o de la selección, con unos colegas, unos panchitos y unas birritas... que se quite to'.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Uff!!!Vaya entrada has puesto H.M.
Se me hace la boca agua.No me tomo unas latitas de Amstel ahora porque está aquí mi madre y va a decir que soy lo peor..Diría ella: "Pero nena,si te acabas de tomar el café con las galletas integrales"..
De toda la entrada,lo que más me ha gustado es que es aconsejable la cerveza para la osteoporosis, de lo que deduzco que aporta calcio,es decir,que para mi fractura triple de húmero viene de maravilla..
Es una buena teoría para justificar las ganas de cerveza a las 7:30 de la mañana.
Mi relación con la cerveza empieza desde muy pequeña.Mi padre todos los días se ha tomado a lo largo de su vida dos cervezas,una al llegar del trabajo y otra antes de cenar..
Recuerdo tener unos siete años y decirle a mi padre:"Dame papá".
Me dejaba beber un poquito de su vaso y es que mi padre me ha enseñado grandes cosas en la vida y después de eso,probar el anís del mono (también siendo muy pequeña), metiendo el dedo índice en la copita de mi padre y luego dándome un chupetón para saborearlo bien..Así desde pequeña supe bien lo que era el vino de verano,la sangría,el vino dulce...
Mi sabio padre se reía y decía:"Esta niña es una parrala"..
Pero mi pasión por la cerveza se lo debo a mi tío, quien cuando yo tenía 17 años y sabiendo que empezaba a salir de marcha me dijo:"Tú,corazón, cuando salgas por ahí,te bebes una o dos cervecitas que no tiene muchos grados de alcohol y ya verás qué bien te lo pasas".
Ahora, mi tío sabe que "Corazón no se toma una o dos cuando se tercian,son más bien jarras de medio litro y de dos en dos".
He tomado cervezas en compañía de muchísima gente que quiero,compañeros de trabajo,familia,amigos..Pero para tomarse este preciado líquido,con quién mejor que con H.M..
¡¡¡¡Qué buena feria pasamos en Septiembre!!!Hizo bastante calor y la verdad es que la cerveza entraba sola y nosotros no nos podíamos resistir a ella,mientras cotilleábamos de todo lo habido y por haber. H.M,vé sacando los billetes para este verano,que te espero en el Puerto Deportivo y nos tomamos unas cuantas de medio litro.

Anónimo dijo...

Yo siempre digo...q a mi no me gusta la cerveza, aunq cualquiera q me ve beberla no se lo cree.

Bueno, esta noche toca, una pinta d trigo o ..tres q, aunq no me guste por la compañía haré un esfuerzo

jVic

Sr_Skyzos dijo...

Mira, a mí no me gustaba, o no tuve conciencia de que me gustara, hasta hace 5 años, que fue conocer a un amigo, y empezar a tapear con él y se me quitaron las tonterías.

Anónimo dijo...

Yo también empecé muy tarde, a eso de los veinte...Y a fumar a los veinticuatro...Y a disfrutar del chocolate a los treinta.....He llegao tardío a todos los vicios, pero como los estoy disfrutando ahora, oiga.
A mi de los santos lugares me falta Alemania. A ver si me pongo...

hm dijo...

Así que la Parrala Cuquita... anda que ya te vale, que ves una cerveza y te pierdes :p.

J. Vic; si tu problema es que no sabes decir que no... bueno, menos cuando tienes que decir que si, jejeje.

Sr_Skyzos, las tapas es una de las grandes contribuciones de España a la humanidad (las otras tres han consistido en ponerle un palo a algo: el futbolín, el chupa-chups y la fregona) quién se va a poder resistir a un chato o una caña con su tapita... mmm.

Señor Mm, le diría que se ponga las pilas para recuperar el tiempo perdido... pero estoy seguro de que ya lo habrá recuperado... mmmm chocolate... a mi es que me pierden los vicios.

coxis dijo...

mi descubrimiento cervecil fue también tardío... Tuve una época de esplendor cervecero, ahora he vuelto más al redil de la coca cola light sin cafeína (cágate, lorito) pero si quedo para el aperitivo una cañita (o dos) cae seguro

hm dijo...

Coxis, déjate de esas bebidas, que son artificiales y seguro que malas para la salud... la cerveza es light, no tiene cafeína... y te queda una sensación tonta de bienestar cuando la tomas...

el otro amante dijo...

Yo estoy de acuerdo en que la cerveza sienta bien, especialmente si hace calor. Cuando la inventaron los egipcios por algo sería. Saludos.

hm dijo...

Si es que la gente de las civilizaciones de entonces eran muy listos, Otro amante, jajaja. Bienvenido a este humilde blog.