Nuclear

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miércoles, 14 de mayo de 2008

...tres generaciones de imbéciles son suficientes.

Doris Buck Figgins, era una mujer de Virginia que, en su juventud, se había casado con Matthew Figgins. Durante años intentaron concebir un hijo y nunca lo consiguieron, a pesar de que llegaron a visitar hasta a tres médicos. En 1980 descubrió la causa; en 1928 fue esterilizada en virtud de la "ley de esterilización del estado de Virginia"; nada le fue comunicado. Al saberlo dijo: "Me eché a llorar. Mi esposo y yo deseábamos desesperadamente tener hijos. Estábamos locos por ello. Nunca supe lo que me habían hecho".

La ley se hizo efectiva tras la sentencia "Buck contra Bell", que estableció que se debía esterilizar a Carrie Buck (a la sazón hermana de la anterior), una jóven madre que en un test de inteligencia había dado una edad mental de nueve años. Su madre, de 52 años por aquel entonces, había alcanzado siete años de edad mental... el juez Oliver Wendell Holmes Jr. emitió una de las más terribles sentencias de nuestro siglo:

"Hemos visto más de una vez que el bienestar público puede reclamar la vida de los mejores ciudadanos. Sería extraño que no pudiera pedir un sacrificio menor a quienes ya minan las fuerzas del Estado... Tres generaciones de imbéciles son suficientes".

Por supuesto, en 1980 se comprobó que Carrie, Doris y tantos otros eran personas perfectamente normales. entre 1924 y 1972 se esterilizaron a más de 7.500 personas en Virginia; mayoritariamente blancos considerados débiles mentales o antisociales (madres solteras, prostitutas, delincuentes menores y niños con problemas de disciplina).

Esta ley, aparece citada en el libro "La falsa medida del hombre", del que ya hablé en el post que dediqué en su momento al voto femenino; y que al fin me acabé hace un par de semanas. En este libro, se cita también la "Inmigration Restriction Act" de 1924; en la que se pasa de permitir el acceso de un cupo del 3% de los inmigrantes para cada una de las nacionalidades ya presentes en Estados Unidos, a reducir el cupo de los países del sur y el este de Europa al 2% nada más, ya que se les consideraba mentalmente inferiores a los del norte.



Este libro, de Stephen Jay Gould (uno de los mayores divulgadores de ciencia de los últimos tiempos, que nos dejó en 2002), trata los distintos intentos de cosificar la inteligencia que se han dado en los últimos siglos (algo con lo que el autor no está en absoluto de acuerdo).

Explica como A. Binet que creó el primer test de inteligencia, lo creó realmente para identificar que niños presentaban un atraso en la escuela y necesitaban clases de apoyo para ponerse a la altura de sus compañeros. El propio Binet ya alertó en su momento, del peligro de que se intentase usar estos tests como una medida absoluta de la inteligencia, cuando no era este su objetivo.


Gould en este libro es meticuloso hasta la extenuación en repetir los estudios realizados por los científicos que cita para ser capaz de ponerse en su lugar; al final distingue tres tipos de científicos, entre los que han defendido la "cosificación" de la inteligencia:
  • Buenos científicos: realmente publicaros datos objetivos y los estudios, aunque sea según los estándares de la época son correctos. Después, refuta sus tésis.
  • Científicos con prejuicios: inconscientemente orientaron los resultados hacia aquellos que más cuadraban con sus propias ideas.
  • Estafadores: personas que directamente manipularon los resultados de una manera descarada o sacaron conclusiones más que dudosas del tipo: ... hay una correlación elevada entre vivir en barrios marginales y bajos resultados en los tests... aunque a primera vista puede parecer que es debido a que, por vivir en esos barrios, no tienen acceso a una educación adecuada, no es así... lo que pasa es que como son débiles mentales, no son capaces de conseguirse una vida mejor...
Al final del libro, termina citando a dos de los grandes pensadores de los últimos siglos, curiosamente esclavistas ambos; los textos que presenta de ellos no tienen desperdicio y muestra como los grandes hombres son capaces de ver sus prejuicios en perspectiva...


Así, Charles Darwin aparece citado repetidas veces por las siguientes palabras:

"... Si la miseria de nuestros pobres no es causada por las leyes de la naturaleza, sino por nuestras instituciones, cuán grande es nuestro pecado..."

impresionante ejemplo de considerar que las propias ideas puede que no sean otra cosa que prejuicios.

También aparece Thomas Jefferson, uno de los padres de los Estados Unidos y que creía en la superioridad blanca, que dice:


"... afirmo, por lo tanto, como simple sospecha, que los negros... son inferiores a los blancos tanto física como mentalmente..."

pero también afirmaba:

"Sea cual sea el alcance de sus talentos, éste no constituye la medida de sus derechos"

Al decir como sospecha, considera la posibilidad de que sea un prejuicio... y lo más importante, lo que determina nuestros derechos, es nuestra condición humana, no nuestras capacidades.

Nota: textos citados del libro "La Falsa Medida del Hombre" de Stephen Jay Gould. Ed. Drakontos.

10 comentarios:

Sr_Skyzos dijo...

Buena recomendación, este libro cae.

Alucinante el discurrir de ciertas mentes pensantes. Y lo peor es que hay gente que sigue opinando lo mismo

Anónimo dijo...

Nunca podré entender la prepotencia y el fanatismo de los que como los nazis se autoadjudican el falso derecho y la misión divina de decidir la vida de los demás.

hm dijo...

Ese es otro de los argumentos del libro Sr_Skyzos; que estas ideas, desgraciadamente, siempre vuelven.

Juan, ya sabes, es fácil decidir por los demás cuando les quitas el derecho a decidir por ellos mismos... y que estamos hablando de los sesenta y setenta, que son hace nada.

Meg dijo...

Muy fuerte lo de la "ley de esterilización". Es que no sé qué contestar a esto, porque me he quedado sin habla.

Gracias por la recomendación, queda anotada.

hm dijo...

Meg, a mi es que ya no me puede sorprender nada, ni para lo bueno ni para lo malo...

Cuquita dijo...

En mi casa nunca nos hemos creído lo de los test de inteligencia,porque tanto a mis hermanos como a mí nos han salido siempre de pena en el colegio.Es verdad que yo no soy un genio,pero tanto mi hermano como mi hermana son dos campeones estudiando,escribiendo poesía,dando clases.
Cuando estaba leyendo esta entrada,parece que escucbaba la voz de mi padre diciendo:"LOS TEST DE INTELIGENCIA SON UNA CHUMINÁ"jajjajajja.
Me ha gustado mucho la entrada,H.M.
Un beso

el otro amante dijo...

Sesuda entrada la que has incluido. Lo de los test de inteligencia es una absoluta estupidez, al menos desde mi punto de vista, es más una cuestión de práctica que otra cosa. Respecto a lo de la esterilización me parece una barbaridad absoluta. Además en Estados Unidos deben tener algún gen mongólico transmitido a la mayor parte de la sociedad, son como niños (con perdón para los niños). Saludos.

Anónimo dijo...

Yo lo ke me pregunto es porke a toda esta gente con semejantes ideas no se les ocurren probarlas primero consigo mismo, a ver ke tal.

hm dijo...

Cuquita, los test esos son uns sandez; como indico en la entrada, la idea original, y para lo que realmente valen es para ver quien necesita un refuerzo en una área determinada... y los motivis para salir mal en una área (verbi gratia matemáticas), pueden ser, efectivamente debidos a un defecto, o a un mal profesor (en el caso de las materias de ciencias la mayor parte de las veces) que no ha motivado, o a un ambiente que que ha potenciado otros aspectos, o a...

Recuerdo de hecho una muchacha de letras puras a la que di clases de estadística para su carrera (suspendió; uno de mis pocos fracasos como profesor, todo sea dicho)... siempre he pensado que era incapaz de comprender las cosas porque estaba completamente obsesionada con que no valía para eso...

Estudios científicos han demostrado que gran parte de los principios matemáticos están pre-programados en nuestro cerebro (desde la suma o la multiplicación hasta cosas tan complejas como la integración o los logaritmos); es la historia vital de cada uno lo que te motiva a desarrollarlos o no...

No olvidemos que los leones distinguen entre uno, dos o más de dos y las gallinas son capaces de contar hasta cinco al menos.

hm dijo...

Otro amante, si lo peor de la historia, es que si dijésemos que estábamos hablando de los años veinte... pues quizá le daría algo de pase... pero que lo practicaron hasta los años setenta... que manda huevos...

Señor Mm, porque no son tontos, cabrones bastante, pero no tontos.